Principios de inversión

Somos inversores por vocación y pretendemos ser una referencia en la práctica del estilo de inversión valor, value investing.

El proceso de inversión de Magallanes consiste en comprar empresas con fundamentales atractivos y disciplina en el precio: comprar barato.

Entendemos el value investing como la disciplina de comprar negocios que cotizan por debajo de su valor real, intrínseco, teórico o fundamental, y esperar el tiempo necesario para que ese valor sea realizado.

Dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo al estudio de compañías, al entendimiento de sus modelos de negocio y al cálculo de su valor fundamental.

Magallanes entiende la inversión valor como una filosofía de vida aplicada a las inversiones. Algunos de sus aspectos más relevantes son:

Alineación de intereses

Gestionamos el patrimonio de nuestros clientes como si fuera nuestro, de hecho una parte importante de nuestro patrimonio está invertido en los fondos. Coinvertimos con nuestros clientes.

Visión de largo plazo

Somos pacientes y creemos que el trabajo bien hecho se ve recompensado con el paso del tiempo. Esperamos el tiempo necesario a que precio y valor converjan.

Integridad

Trabajamos bajo un Código Ético que está presente en todos y cada uno de los aspectos relacionados con Magallanes, sus clientes, empleados, socios y consejeros. Magallanes define como atributos básicos la integridad, el esfuerzo y el conocimiento. De nada sirven los dos últimos si no hay integridad. Lo mismo aplica para las compañías objetivo de análisis, donde los parámetros clave no-económicos tales como Gobernanza, Medio Ambiente y Social (en adelante ESG por sus siglas en inglés) cobran un relevancia tan importante como los aspectos puramente económicos.

Pensamiento independiente

Pensamos que las decisiones independientes y extraordinarias traen consigo resultados igualmente extraordinarios. No es posible diferenciarse del resto si todos tomamos las mismas decisiones. En Magallanes prevalece el pensamiento independiente y original. Huimos de la opinión generalizada y consensuada, de la tendencia y de la falta de espíritu crítico y reflexivo.

Conceptos Magallanes

Como seguidores de la filosofía value investing, entendemos que el valor fundamental de una empresa es el aspecto más importante. La mayor parte de nuestro tiempo está dedicado a la identificación del valor de las compañías donde invertimos.

El precio viene dado por las cotizaciones del mercado bursátil, que rara vez coincide con el verdadero valor del negocio.

El mercado tiene un comportamiento emocional e impulsivo en el corto plazo, donde, en pocas ocasiones, precio y valor convergen. La racionalidad aparece con el paso del tiempo, en el largo plazo es cuando precio y valor se aproximan.

Las discrepancias continuas entre valor y precio, fruto de la emocionalidad del mercado, generan grandes oportunidades de inversión.

La experiencia demuestra que la mayoría de integrantes del mercado, como seres humanos, siguen un proceso basado en las emociones, en el momento y en la percepción. Este comportamiento genera anomalías de mercado.

El éxito en la gestión de inversiones a largo plazo depende de la actitud del gestor a la hora de comprar o vender y de su capacidad para mantenerse sereno, racional y frío en todo momento.

No intentamos comprar empresas “que vayan a subir”, bien porque sus fundamentales a futuro son muy esperanzadores, bien porque la opinión generalizada del mercado tiene una opinión muy positiva sobre ellas.

No compramos expectativas, compramos realidades que cotizan por debajo de su verdadero valor. Somos inversores, no especuladores.

Especular no tiene connotación negativa, simplemente pensamos que es la forma más arriesgada de invertir. Un partícipe de mercado está especulando cuando compra una empresa con la esperanza de que su precio suba, haciendo una “apuesta” por el futuro. Un inversor “invierte” cuando compra un negocio barato, dependiendo menos del devenir del futuro, que por definición es incierto y desconocido. Pensamos que gran parte de la ganancia en una inversión reside en el precio de compra, más que en el precio de venta.

No empleamos mucho tiempo tratando de predecir el futuro, intentando averiguar la evolución exacta de ventas o beneficios de una empresa. Nuestro tiempo se emplea en determinar si un negocio se vende por menos de lo que realmente vale.
En el juego de intentar predecir el futuro no hay peor resultado que acertar en las predicciones, aumentando la sensación de autoconfianza y disminuyendo la de cautela.

Las predicciones generan expectativas que por norma general tienden a no cumplirse. Esto produce ruido e incertidumbre que puede ser aprovechado por el inversor inteligente y paciente, vendiendo cuando todos quieren comprar y comprando cuando todos quieren vender.

Magallanes tiene por objetivo preservar y hacer crecer el capital de nuestros clientes generando rentabilidades a largo plazo por encima de las de mercado. Entendemos que el único riesgo real es la pérdida permanente de capital.

Trataremos de dar preferencia a la preservación de capital frente a las expectativas de altos retornos si existiera una probabilidad importante de perder el dinero invertido.
El poder del interés compuesto sobre una base de capital protegida representa la combinación más poderosa de generación de riqueza a lo largo del tiempo.

Somos conscientes del esfuerzo asimétrico que acarrea la recuperación de fuertes pérdidas. Una pérdida del -50% no se recupera con una subida del +50%, sino con una subida del +100%. El esfuerzo es mucho mayor cuanto mayor sea la caída, por ejemplo, para recuperar una caída del -25% necesitaríamos una subida +33%, para recuperar una caída del -75% necesitaríamos una subida del +300%.

Somos plenamente conscientes de que gestionamos el dinero de nuestros inversores. Nos sentimos responsables por ello, y sólo a través de una comunicación abierta y directa podemos conseguir que nuestros clientes se sientan atendidos, informados y cuidados en todo momento.

Transmitir y explicar lo que hacemos, y por qué lo hacemos, es una de las señas de identidad de Magallanes. Hacemos lo que decimos que hacemos, con explicaciones detalladas en todo momento.

En definitiva, transmitimos toda la información que consideramos relevante y que a nosotros nos gustaría recibir igualmente como clientes.

No somos ajenos a la posibilidad de cometer errores. Trabajamos siendo conscientes de su ocurrencia. Si ocurren, se aceptan y se reconocen, tratando de no repetirlos a futuro.

De igual manera trataremos de solucionarlos con el mínimo impacto para nuestros clientes, aprender de ellos y sacar lecciones importantes.

Tenemos un firme compromiso con la calidad en la gestión que prevalece sobre el tamaño del patrimonio. Llegado el momento y dependiendo de las condiciones de mercado, dicho compromiso se traduce en el cierre parcial o total de las estrategias gestionada.

Basado en la admiración y el respeto profesional mutuo, valoramos la opinión de todos y cada uno de los miembros del Equipo. Gente honesta, inteligente y trabajadora, con pasión y vocación por lo que se hace, son las premisas básicas que cumplen las personas involucradas en Magallanes Value Investors.

Disfrutamos mucho con lo que hacemos. Siempre está presente el afán de mejora y aprendizaje continuo.

La reputación de Magallanes Value Investors es un activo muy valioso. Magallanes tiene entre sus retos ser un referente en la industria de la gestión de activos, la empresa más deseada por los inversores y el mejor lugar para trabajar.